¡Bienvenid@ a mi pequeño rincón!
Soy Luna y soy tarotista y vidente de nacimiento. No soy una bruja ni una hechicera, solo soy una persona que nació con un don especial. Un don especial que he aprendido a utilizar para ayudar a la gente.
Soy una persona normal, no tengo súper poderes ni tengo una varita mágica que convierte los ratones en calabazas, solo tengo ese don, esa habilidad especial para ver algo más de lo que pueden captar nuestros cinco sentidos. Las cartas del Tarot me han servido de instrumento para canalizar mi energía, para interpretar los mensajes y transmitirlos a las personas que necesitan una guía, una ayuda, una orientación en su vida.
Puedo reconocer que algo no va bien solo con tu voz, percibo sensaciones que me indican cómo te sientes, dónde está ese bloqueo de energía que te ha traído hasta mí. Voy a atender tus cuestiones y voy a darte respuestas sinceras, pero me gusta profundizar, no me conformo con un “sí” o un “no”. Si en algo se caracteriza mi consulta es de ser cercana, personal, humana.
Para mí, echar las cartas no es un trabajo mecánico, en cadena; pregunta, tirada, respuesta y siguiente. Además de las cartas, mi intención también es echar una mano.
Entiendo que las personas que acuden a mi consulta necesitan solucionar un problema, aclarar una cuestión, averiguar algo que no consiguen explicar, poner orden en su mente.
He comprobado que hay mucha gente que tiene miedo a consultar el Tarot. Se nota esa inseguridad cuando realizan su primera consulta. Parece que, a veces, no quiere salir la voz, a lo mejor por miedo, o también por vergüenza. Por eso, me gusta transmitir confianza, hacerte entender que estoy aquí para ayudarte y que, por supuesto, todo lo que me cuentas quedará única y exclusivamente entre nosotr@s. La confidencialidad y la discreción son dos grandes premisas en mi trabajo.
En muchas consultas, veo que hay gente que no se atreve a afrontar el tema que les preocupa por timidez o por temor a que se considere una cuestión demasiado simple, insustancial, infantil. Pero hay que recordar que, cualquier cuestión que preocupe, por muy simple que pueda parecer a primera vista, requiere prestarle total atención si es un motivo que te impide ser feliz.
El Tarot también te puede servir de gran ayuda para quitarle importancia a situaciones que, en realidad, no son tan dramáticas o negativas como creíamos. Ayuda para quitar ese gran peso que has cargado sobre tus hombros sin un motivo real, empujado únicamente por tu imaginación, por tu subconsciente, por la influencia de personas tóxicas, por una percepción equivocada de la realidad.
Pero, entiendo que gran responsabilidad de que vosotros y vosotras no os sintáis con total confianza para plantear vuestras dudas, recae sobre nosotras, sobre las tarotistas. Por eso, yo pongo todo mi esfuerzo en demostrarte que soy una persona cercana, que mi principal propósito es ayudarte a resolver tus dudas, relacionadas con cualquier aspecto de tu vida; amor, trabajo, economía…
Tu llamada puede entrar con miedo, pero saldrá con seguridad, con confianza, con mayor libertad. Llámeme y compruébalo tú mism@.